La
serotonina es un neurotransmisor que interviene en diversos procesos
como la regulación del sueño, deseo sexual, apetito, humor e inhibe
el enfado, además aumenta la autoestima y el bienestar. Fue aislada
por primera vez en 1948 por Maurice M. Rapport, Arda Green e Irvine
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Los
receptores de la serotonina, 5-HT, están localizados en las
membranas de las células nerviosas. Su acción se produce por la
captación de la serotonina en la sinapsis. La serotonina se libera
de varicosidades a lo largo del axón y de los botones sinápticos
terminales, alcanzando así los receptores serotoninérgicos
localizados en las dentritas, pericariones y terminaciones
presinápticas de neuronas adyacentes. Este proceso se puede inhibir
por agentes como el éxtasis, cocaína, anfetaminas, antidepresivos
tricíclicos y los inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina.
La
cantidad de serotonina es diferente en hombres y mujeres, siendo un
50% mayor su producción en hombres, aumentando así su sensibilidad
a los cambios en los niveles sanguíneos. Estos niveles tampoco son
constantes a lo largo del día, aumentando al atardecer manteniéndose
en este estado hasta el amanecer.
Para la
sintetización de serotonina por el organismo es necesario el
triptófano y la vitamina B6. Dado que el organismo no produce por si
solo triptófano, aminoácido esencial, este se debe de administrar
en la dieta aumentando el consumo de pescado, pollo, leche, soja o
nueces, o mediante complejo alimenticio.
Su déficit
se relaciona directamente con la depresión y esta es la razón de
que muchos fármacos antidepresivos se ocupen de regular los niveles
de serotonina, como sucede con el más que conocido Prozac.
Entre las
causas principales de su déficit, además de la deficiencia de
triptófano, podemos citar:
- Inhibición de la serotonina por consumo de alcohol, cafeína o edulcorantes artificiales como el aspartame.
- Extrés crónico, ya que el consumo de la misma aumenta para que el cerebro pueda mantenernos tranquilos y centrados en estas situaciones.
- La falta de luz solar, ya que la serotonina se estimula con la luz solar, pudiendo desencadenar un trastorno afectivo estacional.
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